19 d’octubre, 2009

Literalmente (extracto)

Dicen que la literatura es “el arte que utiliza como instrumento la palabra”, yo de hecho nunca he creído en definiciones realistas ni en las matemáticas y es que al final del camino nada de lo que nos rodea es definible ni objetivo, y dos más dos a veces da tres como puede dar cinco. Todos creamos nuestra pequeña burbujita de mera felicidad o relativa infelicidad, y a medida que andamos vamos escribiendo nuestro cuento, algunos con mejor y otros con peor caligrafía, olvidando acentos, confundiendo ves con uves, aprendiendo de nadie más que del error, sin profesor ni corrector. Y, ¿que línea nos separa de ser monstruos? si nuestra historia no versa sobre ningún arte, sobre ninguna ciencia… porque nuestra historia es subjetiva y podemos creerla o no creerla, aunque no inventar una nueva, porque ni nosotros mismos somos los protagonistas de nuestra historia, no somos quienes dictamos el futuro aunque retrocedamos al pasado para reencontrar a los que se perdieron en la primera coma del texto. Y aunque a veces las palabras logren evadirnos, no debemos olvidar que la magia no existe, que a veces es el conejo quien saca al mago del sombrero, y que en realidad ni las mismas palabras pueden salvarnos de lo imprevisible (que es todo).

12 d’octubre, 2009

Agua salada.

Siempre tenía el plan A y el plan B, el de por si acaso, siempre previsor, pero nunca tubo en cuenta, que no sólo dependen de uno mismo los planes que componen nuestro día a día. Y existen variables, y cuando crees tener los esquemas encima la mesa, aparece esa variable... la variable que puede hacer temblar los pilares de cada uno de nosotros, la variable capaz de reducir todo a cenizas. La que quema inconscientemente, la que siempre estuvo ahí, latiente, y decidió aparecer cuando ya nadie se acordaba de ella.
La que decide llevarse o no llevarse, tirar o no tirar del hilo que nos había sujetado siempre. Y es que, viviendo sujetos… quizás engañados desde antes de nacer, entre algodones o anclados en verdades poco probables, más bien improbables… y el hilo se rompe, y con él, nuestras expectativas, nuestro futuro más cercano y nuestra forma de ser y de pensar, todo lo que habíamos creído hasta el momento, y las mentiras que ya habíamos interiorizado, las que estaban tan arraigadas y vivían cerca del alma las que llamamos, “yo”; un “yo” roto. Toca tragar agua, y es que somos lo que somos gracias (o desgracias) a todos y cada uno de los detalles que nos han rodeado siempre, los que ahora nos componen (quizas descomponen) y ahora el puzzle está incompleto, por que sin embargo del suelo al cielo la distancia se hace menor, en cambio del cielo al suelo no hay camino de regreso y nos secuestra la muerte.
Sin embargo, nunca y digo nunca, debemos mirar para atrás, ni siquiera para recordar tiempos mejores.
"A veces todo se confunde uno quiere decir paz y sale guerra, y a medida que se hace camino se encuentra más mierda pero todo fluye cuando se moja la arena."